¿Qué enfermedades se pueden detectar con un TAC?

La principal finalidad de un TAC es el diagnóstico de diferentes patologías y enfermedades, especialmente, en caso de pacientes oncológicos, ya que permite conocer la estructura y localización exacta de estructuras tumorales. Además, es habitual para la detección de lesiones neurológicas, así como, para patologías de colon e intestino y del sistema circulatorio.

En otros casos, el TAC se emplea para la elaboración de tratamientos. En estos casos, una vez realizado el diagnóstico, el paciente es sometido a un TAC para conocer la ubicación de la lesión y poder ajustar la dosis del tratamiento, especialmente en casos de quimioterapia.

¿Qué patologías se pueden detectar con un TAC?

 el TAC es una prueba válida para la detección y diagnóstico de patologías de tipología variada. Habitualmente, se utiliza en casos de lesiones tumorales, así como, patologías neurológicas o cerebrales. En estos casos, un TAC cerebral, suele formar parte de las pruebas necesarias para detectar esclerosis múltiple.

En el campo de la cardiología, el TAC se emplea para el diagnóstico de enfermedades cardiovasculares, ya que permite obtener imágenes de arterias y venas, permitiendo diagnosticar patologías adquiridas y congénitas, así como, coágulos localizados en distintas zonas del cuerpo.

El TAC puede emplearse para medir el nivel de densidad ósea de los huesos, para detectar osteoporosis. Además, al proporcionar imágenes de tejidos blandos, es una prueba muy útil para el diagnóstico de patologías musculoesqueléticas.

Aspectos a tener en cuenta antes de un TAC

Antes de que el paciente se someta a un TAC, se deberán tener en cuenta ciertos aspectos, que serán indicados por el especialista. En primer lugar, el paciente deberá informar de cualquier patología previa o crónica. Así como, de embarazo, ya que es una prueba que no se recomienda en este estado.

En caso de TAC con contraste, el paciente debe realizar un ayuno previo de cuatro a dos horas. El día antes de la prueba, consumir abundante líquido, así como, en las horas posteriores a la prueba, con el objetivo de eliminar el material de contraste. Como se ha dicho anteriormente, el TAC es una prueba completamente segura e indolora para el paciente.

Como se ha explicado, actualmente, el TAC es una parte fundamental en el diagnóstico de enfermedades, especialmente, en pacientes oncológicos. Existen ciertas diferencias entre un TAC y una Resonancia Magnética. Es una prueba segura para el paciente, no obstante, es importante informar de cualquier enfermedad o embarazo antes de su realización. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *